3 sencillas maneras de aumentar y sentir gratitud

Hay muchas maneras de sentir y expresar gratitud, desde un “gracias” sincero, hasta hacerle un gran favor a alguien. Sin importar la manera o forma de hacerlo, ser consciente de los momentos en los que sientes gratitud puede generar cambios positivos en tu cerebro. Investigaciones han demostrado que el simple hecho de sentir gratitud, incluso aunque no lo compartas con nadie, mejora tu salud mental a largo plazo. Además, el expresarla y aceptarla de otros mejora tus relaciones y tu sentido de bienestar.

Te compartimos tres sencillas maneras de entrenar a tu cerebro para practicar la gratitud:

1. Date el tiempo de reconocer lo que te rodea

Practicar el mindfulness te ayuda a enfocarte en el momento presente, y al ser consciente de los gestos y acciones de las demás personas puedes incrementar tu gratitud.

Mientras más tiempo observes conscientemente el presente, mayores serán las oportunidades de notar todo lo bueno que hay a tu alrededor y sentir gratitud, provocando también felicidad y satisfacción. Nuestra habilidad para ver la belleza de la naturaleza, la bondad de las personas, tener un lugar donde vivir, incluso una conexión a internet, requiere de nuestra habilidad para hacerlas conscientes y reconocer todo eso que nos rodea. Hasta los colores de un atardecer nos permiten generar y sentir gratitud, solo con el hecho de notarlos.

2. Los pequeños detalles también cuentan

Sentir gratitud en los pequeños detalles - Happ

Comúnmente estamos acostumbrados a sentir gratitud por eventos mayores, como graduarse de la universidad, casarse o tener un hijo. Pero pasamos por alto las cosas “pequeñas” o “insignificantes” de las que está hecho nuestro día a día y por las cuales podemos sentirnos agradecidos. 

Llevar tu atención a lo que estás comiendo, por ejemplo, puede convertirse en algo muy poderoso. El reconocer de manera consciente la comida que tienes frente a ti, sus sabores y la función que cumple para quitarte el hambre y nutrirte, es una excelente manera de disfrutar la gratitud, además del mindfulness. Otro ejemplo muy interesante, es tomar consciencia de que puedes bañarte con agua caliente. Obtenemos muchos beneficios y sentimientos positivos al notar estos “detalles” cotidianos, que solemos pasar por alto, mejorando nuestro estado de ánimo y gratitud. nuestro día al hacerlos conscientes.

3. Compartir con personas a las que queremos

Muchos de nosotros tendemos a dar por sentado a las otras personas. Y más a las que son muy cercanas  a nosotros. La próxima vez que te des cuenta  de un gesto amable de alguien a quien aprecias, podrías mostrar gratitud simplemente diciendo “gracias” o dándole un abrazo. Cuando mostramos que apreciamos y no dejamos pasar esos detalles y acciones de los demás, incrementamos también los beneficios de la gratitud y las emociones positivas en los demás y eso nos permite mejorar nuestra relación con ellos.

Como ves, practicar la gratitud es sencillo y puede ocurrir desde las cosas más sencillas de nuestro vivir diario hasta las más significativas y relevantes como grandes ocasiones. Darle atención y hacernos conscientes de lo que nos rodea, además de ser un buen principio de atención plena nos sirve para enseñarle a nuestro cerebro a detectar esas acciones y actuar de manera positiva ante ellas, mejorando no solamente nuestro bienestar sino también el de los demás.

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